22 de septiembre: Día sin auto

Se acaba de aprobar por UNANIMIDAD en el Concejo Municipal este proyecto y ya es ORDENANZA en nuestra ciudad.

Santa Fe tendrá y festejará el «Día mundial sin auto» el próximo 22 de septiembre !!!

Con lo cual ese día invitamos a tod@s a no usar su vehículo motorizado, sino que utilicen la bicicleta, el transporte público o se trasladen caminado.

Con la acción individual de cada uno podemos ser el cambio hacia una ciudad más saludable!


Aquí el Proyecto sobre la declaración del día sin auto que redactamos conjuntamente con el Concejal Juan José Saleme;

PROYECTO DE ORDENANZA

 Art. 1º: Desígnase el día 22 de septiembre de cada año como Jornada por “Un Día sin mi Auto”. Invítase a toda la población a utilizar el transporte público de pasajeros y/o transportes alternativos para dirigirse a sus tareas habituales.

Art. 2º: Solicítese al Departamento Ejecutivo Municipal que tome las medidas necesarias para lograr un pleno funcionamiento del transporte público de pasajeros con mayor número de frecuencias y unidades en circulación.

Art. 3º: El Departamento Ejecutivo Municipal convocará a las Organizaciones no Gubernamentales interesadas en la temática para la conformación de un foro donde se propongan las actividades de difusión para la concientización sobre  la jornada propuesta en el art. 1º.

Art. 4º: El Departamento Ejecutivo Municipal adoptará todas las medidas necesarias para promover  una plena conciencia pública sobre el desarrollo de las pautas de conducta compatibles con una mejor movilidad urbana y la consecuente protección del medio ambiente. Asimismo se promoverá la vinculación con otros organismos públicos y privados para la promoción de la presente medida.

Art. 4º: De forma

Santa Fe, 7 de Agosto de 2014.-

FUNDAMENTOS

Esta iniciativa se realiza con éxito en varias ciudades del mundo y, surge con el fin de concientizar sobre los beneficios del uso del transporte no motorizado (la bicicleta) y en su caso, el transporte público.

Procuramos adaptar la misma a la ciudad de Santa Fe, con idéntico fin pero agregando la necesitad de mitigar y prevenir las problemáticas existentes en la ciudad dada por los accidentes de tránsito[1] y fundamentalmente, aquellos en los que se encuentra involucrado el ciclista y/o peatón[2], que implican la vulneración del derecho a la vida e integridad física. Además, la circulación vehicular se ha multiplicado, dificultando el tránsito[3]y esto consecuentemente provoca mayor emisión de Gases de efecto Invernadero, contaminación sonora y visual, afectando el paisaje[4] y el derecho a un ambiente sano.

Lo anteriormente expuesto, ha sido manifestado por el colectivo “Por más bicisendas en Santa Fe”, quien desde hace meses se constituyó como actor en estas problemáticas planteando firmemente la necesidad de convivencia de los diferentes actores del tránsito, convirtiendo la calle de “unos”, para tod@s, revitalizando el derecho de todos los ciudadanos presentes y de las generaciones futuras de disfrutar de un espacio que cubra sus necesidades de actividad y sociabilidad.

La ciudad de Santa Fe,  se ha expandido fundamentalmente hacia el norte y sector de la Ruta 1. Existen sectores poblacionales que se han ido radicando hacia estos lugares de crecimientos y/o que están radicados en la periféria urbana que no cuentan con recursos para elegir medios de transporte. Usan el colectivo, y en menor medida la bicicleta o el caminar por ser la única alternativa para trasladarse. Esto plantea la necesidad de integrar la ciudad, y ordenar el tránsito en general consolidando un sistema de comunicación mediante la incorporación de ciclovías o sendas en las principales avenidas que conforman la estructura vial de la ciudad, como así también asegurar la convivencia y prelación de los diferentes actores del tránsito (peatón, bicicletas, transporte público y automóvil), requiriendo para ello: entender las ciclovías como sistemas de red de comunicación, dotar de infraestructura necesaria (lugares para aparcamiento, bebederos, etc), incorporar la bicicleta a la ordenanza de tránsito y realizar campañas de concientización en materia de seguridad vial, entre otras. Hacemos nuestras al respecto las palabras de Oszlak, en “Merecer la ciudad: Los Sectores Populares y el Derecho al espacio Urbano”, cuando menciona que “La   estructura   de   ocupación   del   espacio   tiende   así   a   reproducir   y  yuxtaponerse   a   la  estructura social. Los sectores sociales  de mayores  ingresos y riqueza ocupan, en la  distribución espacial, las zonas más privilegiadas en términos de localización y acceso a  servicios, en tanto que las clases populares se concentran en las zonas urbanizadas más  marginales”.

Para mitigar este fenómeno, debemos implementar una visión de planeamiento urbano integral, prospectivo y sustentable, que contemple el tema del tránsito y transporte como prioridad.

Cuando mencionamos en el texto del proyecto, la necesidad de integrar la ciudad, y ordenar el tránsito nos referimos, también, a la necesidad de proporcionar  formas de transporte sostenibles  tal como lo manifiesta el punto 136 del documento emanado de la cumbre de Río+20 “EL Futuro que queremos”, cuando menciona  “…Reconocemos que a los gobiernos municipales les corresponde desempeñar una importante función al conformar una visión de las ciudades sostenibles, desde el inicio del proceso de planificación de las ciudades hasta la revitalización de ciudades y barrios más antiguos, incluso mediante la adopción de programas de eficiencia energética en la administración de edificios y el desarrollo de sistemas de transporte sostenibles adaptados a las condiciones locales. Reconocemos además que es importante aplicar la planificación con uso mixto del suelo y alentar la movilidad con medios de transporte no motorizados, lo que incluye el fomento de infraestructuras para transeúntes y ciclistas”, y tomando la experiencia de las ciudades europeas, citamos  la Carta de Alboard; Punto 9. “Nosotras, ciudades, debemos esforzarnos por mejorar la accesibilidad y por mantener el bienestar y los modos de vida urbanos a la vez que reducimos el transporte. Sabemos que es indispensable para una ciudad viable reducir la movilidad forzada y dejar de fomentar el uso innecesario de los vehículos motorizados. Daremos prioridad a los medios de transporte respetuosos del medio ambiente (en particular, los desplazamientos a pie, en bicicleta o mediante los transportes públicos) y situaremos en el centro de nuestros esfuerzos de planificación una combinación de estos medios. Los diversos medios de transporte urbanos motorizados deben tener la función subsidiaria de facilitar el acceso a los servicios locales y de mantener la actividad económica de las ciudades.”

La necesidad de una toma de conciencia pública acerca de iniciar un proceso de ordenamiento del tránsito inclusivo y del uso de medios alternativos, requiere de un activo compromiso de todos los actores sociales, fundamentalmente del Municipio, quien debe gestionar políticas favorables al cambio propugnado.

Observamos que, grandes ciudades como Rosario, Buenos Aires y Córdoba están atravesando graves dificultades en relación a la densidad y concentración en sus respectivos microcentros del número de automóviles, por lo cual han debido tomar medidas de emergencia para limitar y/o prohibir la circulación en esos espacios. Santa Fe no es ajena al crecimiento del número de unidades que circula en el centro de la ciudad así como sus avenidas troncales. Por este motivo es necesario anticiparse a situaciones límites para lograr un nivel de concientización sobre la problemática y tomar decisiones en relación a un problema, que por estos días, puede solucionarse en nuestra ciudad.

Se requieren políticas a corto plazo: campañas de concientización (dentro de la cual estaría enmarcada la actividad que propugnamos),aumento de las frecuencias del transporte público de pasajeros,  que el servicio de préstamos de bicicletas, deba adoptar una forma más accesible y dinámica en la prestación de sus unidades, así como la ampliación del número disponibles para ser utilizadas. Y otras mediano y largo plazo pero de implementación progresiva que implique la puesta en valor de las ciclovías existentes e implementación de una red de ciclovías en las avenidas que conforman en eje del sistema vial en la ciudad, entre otras.

El mayor impacto territorial- de contemplarse eficaz y eficientemente la bicicleta y el transporte público en el tránsito mitigaría la exclusión del acceso al espacio urbano a asentamientos en zonas postergadas que no pueden acceder a los servicios necesarios y requieren del núcleo central para desarrollar sus actividades, para lo cual el traslado en trasporte público resulta oneroso y no puede acceder a un vehículo motorizado particular. Además, de integrar e incluir socialmente, esta acción política estaría favoreciendo la salud e integridad física de los habitantes de la ciudad, como así también el respeto al medio ambiente. Fomentar el uso de transportes no motorizados, implicaría volver a una ciudad más sustentable e inclusiva.

 

Por todos estos motivos solicitamos el acompañamiento de la presente iniciativa.

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] Según cifras oficiales del Hospital Orlando  Alassia, 23 niños ingresan mensualmente a la guardia del hospital por sufrir accidente de tránsito y la primera causa es ser trasladados en bicicleta.

[2] Según la Organización Mundial de la Salud, en todo el mundo cada año mueren  1.200.000 personas en accidentes de tránsito. Los heridos triplican esta cifra, que en menos de veinte años, se duplicará. La mayoría de los organismos especializados y la mayoría de los ciudadanos responsabilizan en buena medida al “mal conductor” por los accidentes. Sin embargo, la cantidad de muertos y heridos es enorme aún en los países en los que predominan los buenos conductores y se respetan las señales de tránsito. Es el caso de Japón, con 10.805 muertos por año, o el de Alemania, con 10.188 muertos en el mismo periodo. Esto demuestra que, aunque la educación vial es importante, el problema de los automóviles es insoluble mientras siga existiendo este medio de transporte. El hecho de que la cifra de muertos sea elevadísima aún en los países con predominio de buenos conductores y buenas infraestructuras viales, prueba que el crecimiento del parque automotor necesariamente conlleva el aumento de muertos y heridos en accidentes de tránsito.

[3] http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/97436-parque-automotor-saturado-el-60–de-los-santafesinos-tiene-vehiculo

http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2013/09/10/opinion/OPIN-01.html

[4] Se define al paisaje teniendo en cuenta sus elementos objetivos y subjetivos.